La subasta oficial de vacuno de la Feria de Zafra ha contado con una gran
afluencia de ganaderos y público en general, lo cual ha contrastado con los resultados obtenidos:
positivos en el caso de la raza limusina, y malos para la retinta, según lo ponían de manifiesto
las propias asociaciones ganaderas.
La Federación Española de Limusín consideró positivos los resultados, puesto que
15 de los 20 ejemplares presentados a la subasta fueron adjudicados, mientras que el resto de toros
se han vendido posteriormente en la nave. La mayor puja de esta raza la obtuvo un macho de 22 de
meses procedente de la ganadería Hermanos Muñoz Carrasco de Arroyo de la Luz
(Cáceres).
De los 39 ejemplares presentados a subasta de la raza charolesa, tan solo un 45%
del ganado se ha vendido, con un gran número de ejemplares desiertos; lo que la Asociación Nacional
de Charolés y la Unión Charolesa (UCHAE) achacan a la mala situación que atraviesa el campo.
La peor parte ha sido para la raza retinta, que no vendió en la subasta oficial
ninguno de los 15 sementales machos presentados. En cuanto a las hembras, de las ocho eralas
subastadas han quedado desiertas cinco. En concreto, se adjudicó una hembra retinta procedente de
la ganadería Hijos José María Pérez Vergel CB de Cáceres. De las 38 añojas que fueron a subasta se
adjudicaron 13, lo que significa un 30%. El secretario de la Asociación Nacional de Raza Retinta,
José Antonio Pérez afirmó que “las dificultades que está habiendo para el cobro de ayudas para las
razas autóctonas ha sido una de las causas de estos malos resultados”.
Por último, la raza parda de montaña, que abrió la subasta de vacuno con 11
cabezas, consiguió adjudicar todos sus ejemplares. La mayor puja la obtuvo una hembra de 11 meses
de la ganadería de María Teresa Puyol Mora.
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