Esta disminución en el censo total de vacuno en el último año ha sido muy
acusada, alcanzando un 5%, por el contrario, en el caso de la vaca nodriza, sólo se ha producido
una reducción muy inferior al 1%.
La estabilidad en el censo de nodrizas no se da de forma equilibrada en las
diferentes regiones de España. Las cifras más altas se corresponde con las zonas de dehesa,
las cuales suponen un 60% del censo frente al 40% que se da en las zonas de cornisa.
Los descensos más acusados se dan en algunas zonas del norte de España. En el
caso de Galicia, el descenso ha alcanzado el 13,3% y en Asturias se ha producido una disminución de
casi un 5,8%. Por el contrario, en el caso de Cantabria se ha producido recuperación en lugar de
disminución, alcanzando el 3%.
Otra estadísticas que cabe destacar es que entorno a la mitad del censo del
vacas nodrizas son cruzadas, siendo por orden de mayor a menor presencia: Limusin (8%), Asturiana
de los Valles (6%) y Rubia Gallega (5%).
La disminución en el censo de ganado vacuno en los últimos cinco años no ha sido
tan acusada en el caso de las vacas nodrizas, probablemente debido a la decisión de mantener
acoplada la prima en vacas nodrizas.
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