La sesión comenzó con “Toros y toreros charros".Santiago Martín (como a él le
gusta que le llamen) transmitió una vez más la gran persona que hay en nuestro torero salmantino “
El Viti” en un coloquio fluido entre Javier Villán y Juan Carlos Martín Aparicio que destacaron en
él “ el clasicismo, la sencillez y la elegancia”.
“La música del torero” de la mano de Gonzalo Santonja y Yolanda Ulloa,
cautivaron al público con la poesía de Gerardo Diego y José Bergamín, todo ello acompañado de la
guitarra española de Manuel Barraquero.
María Távora puso su nota de misterio taurino con su baile y para finalizar
llegó la clausura con Sánchez Dragó y Mariate Cobaleda, sin duda personificaron el broche de
oro final que el aforo supo reconocer con sus aplausos.


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