Inaugurado en 1828, cerró sus puertas hace más de veinte años debido a la escasa
seguridad que ofrecía para la celebración de espectáculos.
Declarado “Bien de Interés Cultural” con la categoría de monumento, la
singularidad del coso radica en ser uno de los escasos testimonios de plaza de toros levantada
prácticamente en madera. El ladrillo y la mampostería sólo se emplearon para levantar los muros
exteriores y el de la contrabarrera. Es de los pocos de su estilo que se conservan en España.
Cuenta con un ruedo de 45 metros de diámetro y un aforo de casi 4.500 localidades distribuidas en
una barrera y siete filas de tendidos coronados por una planta superior dotada con cinco filas en
forma de palcos y gradas.
La restauración que la Consejería de Cultura, a través de la Dirección General
de Turismo, ha adjudicado a la empresa CYM Yáñez por un importe de 1.634.919 euros, según se ha
publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL). Se trata de una inversión motivada por
su valor histórico y arquitectónico, donde consta que toreó "Lagartijo" en 1878 y que
coincide con del cincuentenario de su inauguración.
Fotografía:
www.portaltaurino.com
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