El profesor Juan Carlos Illera del Portal de
la Facultad de Veterinaria de
Madrid, ha dirigido varias tesis doctorales que investigan el comportamiento del
toro de lidia relacionado con el dolor y el estrés. En este caso, presenta un
estudio inédito que demuestra científicamente que el toro de lidia tiene menos
estrés durante la lidia que durante el transporte. Ante el dolor que le ocasiona
el castigo, libera betaendorfinas (hormonas) contrarestando el sufrimiento, con
un nivel muy bajo incluso nulo.
Los principales pasos, tal y como se refleja en la
entrevista que realizó D. José Luis Ramón, fueron comparar la glándula adrenal
del toro de lidia para comprobar si es similar o igual que en el ganado bovino o
por el contrario se detectan diferencias sustanciales. En palabras de Juan
Carlos Illera del Portal: “Lo primero que encontramos es que el toro es un
animal, entre comillas, “especial” endocronológicamente hablando, ya tiene una
respuesta totalmente diferente a la de otras especies animales. Hemos llegado a
comprobar con medidores del estrés, analizando las hormonas hipofisarias y las
hormonas adrenales, que son las que regulan ese sistema, que el toro tiene
durante la lidia menos niveles hormonales que durante la lidia menos niveles
hormonales que durante el transporte. Por supuesto que el toro tiene estrés,
pero con estos análisis hemos podido demostrar que es significativamente más
elevado en el momento de salir al ruedo que durante su lidia.”
La entrevista contiene conclusiones tan interesantes como
que, si la fiesta no tuviera ni banderillas, ni puyazos, probablemente siguiera
con el altísimo nivel de estrés. Porque para el toro de lidia el momento más
álgido de estrés sufrido es al salir al ruedo. Según Juan Carlos Illera: “la
puya provoca un mecanismo doble en el toro: por un lado lo estresa y por otro le
produce dolor; y por consiguiente, al sentir dolor, comienza a liberar
betaendorfinas que lo matizan.” La betaendorfina, conocida como la hormona de la
felicidad, bloquea los receptores del dolor, hasta que llega un momento en el
que el placer y dolor se equiparan, llegando a desaparecer el primero. A todos
estos argumentos añade que ningún animal volvería a un lugar donde le han
provocado dolor. Illera añade: “ Lo que nosotros queremos decir es que la raza
de lidia tiene un mecanismo especial que responde rapidamente, en milisegundos,
con la liberación de cortisol y catecolaminas. Un humano tarda más en responder.
El Toro es distinto a los demás animales, porque en cuanto tiene estrés en mucho
menos tiempo que un segundo ya está liberando hormonas para contrarestar la
situación.”
En la entrevista de 6 Toros 6 , se enfatiza la falta de subvenciones que
rodea a la investigación del Toro de Lidia, sobre todo a la hora de publicar en
el extranjero, porque el tema es rehusado en las revistas.
Juan Carlos Illera, destaca la
figura del toro de lidia como una raza especial y diferente a las demás, que
debe de cuidarse, unida a la
Fiesta. Sin corridas de toros no habría toro
bravo, porque se tendrá en un zoo que está fuera de su hábitat natural que es la
dehesa, donde recibe todo tipo de atenciones por parte de los mayorales y
ganaderos. Sin mencionar la economía y puestos de trabajo que genera en España,
con la fijación de población en zonas rurales. Esperemos que se siga
investigando y dando pasos adelante para proteger a nuestro toro de lidia con
demostraciones científicas de este peso.