Summary:
La primera vez que se utilizó el término estrés fue en 1929 por Cannon, sin embargo el uso de
este término se generalizó a partir de los años 60. Selye (1960) lo definió como "un conjunto de
cambios fisiológicos y neurológicos debidos a diferentes estímulos externos e internos llamados
estresores". Estos cambios se producían durante un proceso que se denominó Síndrome General
de Adaptación (GAS) y que se caracterizaba por considerar que existía un patrón general de
respuesta ante los diversos tipos de estresores. Simultáneamente surgieron los conceptos de
estrés bueno y estrés malo para referirse a la primera o última fase del GAS. Sin embargo, ese
planteamiento no tiene en cuenta que a lo largo de la evolución los animales han desarrollado
mecanismos fisiológicos y comportamentales para enfrentarse con el estrés, por lo que únicamente se
amenaza el bienestar animal cuando se produce un cambio biólógico significativo que pone en riesgo
el bienestar. Por esta razón, los síntomas del GAS, lejos de indicar sufrimiento, pueden estar
mostrando que el animal tiene una buena respuesta al medio. Asimismo, las respuestas al estrés no
son simples ni constantes sino que dependen de la duración e intensidad del estímulo y de la
experiencia de los animales.
Desde hace aproximadmente 8 años, estamos realizando en el Departamento de Fisiología Animal de
la Facultad de Veterinaria de Madrid, una serie de estudios sobre la adaptación del toro bravo a un
estresor tan significativo (y controvertido) como es la lidia. Hemos centrado nuestras
investigaciones sobre uno de los principales indicadores del estrés sufrido por un animal
como es el cortisol plasmático, llegando a la conclusión general, a la vista de los resultados
obtenidos, que el toro de lidia presenta un mecanismo epecial de adaptación frente al estrés, ya
que los niveles de cortisol encontrados entre toros lidiados y no lidiados de diferentes edades no
son significativamente diferentes. Por todo ello, pensamos que es necesario profundizar ene ste
tipo de estudios con el fin de definir perfectamente el mencionado mecanismo especial de adaptación
al estrés del toro de lidia.
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