“Unas hombreras duras – muy
decorativas – coronan las mangas…”, Francisco Narbona, El Ruedo (1949).
“Las hombreras eran pesadísimos bloques de aúreo bordados, de las que pendían
arambeles del mismo metal ( V. Blasco Ibáñez. Sangre y arena). El
Diccionario de la Real Academia Española lo define como “Labor o adorno especial
de los vestidos en la parte correspondiente a los hombros” “En los
trajes de torear es pieza característica por su importancia ornamental”
(Cossío).
“…se fue el Zurdito a que lo adornaran las hombreras, lo cual que lo hicieron
al pelo Felipe y Ojeda…” (Revistas, p. 219).
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