Es posible que el término banderilla proceda de bandera, y como
tal, José María de Cossío apunta lo siguiente: “En un curiosísimo lienzo que posee en Sevilla Don
Carlos Pick-man, y que reproduce multitud de suertes vigentes en el tiempo en que se pintó, que fue
este mismo del siglo XVII, o más bien principios del siglo XVIII, puede verse a un diestro llevando
en la mano un arponcillo adornado de una pequeña bandera, Este adorno es, sin duda, el que dio
nombre a tal instrumento de torear. Aunque tal forma de diminutivo no parece muy frecuente y, por
tanto, podía encontrarse alguna dificultad para admitir que de él se hiciera o formara el
sustantivo”
“La banderilla es un palo de dos cuartas y media de largo con un hierro de a
la punta a manera de arpón, adornado de papel de varios colores” (P.H., p.92, 2ª ed.)
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua lo define como "palo delgado
de siete a ocho decímetros de largo… que usan los toreros para clavarlo en el cerviguillo de los
toros".
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